15 de abril de 2012

freud, pasión secreta john huston, 1962



Este es el antecedente al film germano-canadiense: “A dangerous method” dirigido por David Cronenberg, el guión proveniente de Christopher Hampton basado en su obra de teatro de 2002: “The Talking Cure”, es a su vez, extraído de la obra de John Kerr: “A most dangerous method: the story of Jung, Freud, and Sabina Spielrein” (1993) y “La historia secreta del psicoanálisis. Jung, Freud y Sabina Spielrein”, Barcelona, Crítica, 1995. Si bien el guión de la película se basa en gran parte de hechos históricos conocidos, muchos otros episodios están ficcionados puesto que tampoco se desprenden del Diario de vida de la propia Sabina.  La directora sueca Elisabeth Márton, en 2002, realizó el documental: “Ich hieb Sabina Spielrein” (Mi nombre es Sabina Spielrein), divulgado en USA en 2005, basandose en parte en el trabajo de Kerr. En ese mismo año, Roberto Faenza dirigió la película “Prendimi l’anima” en la que reconstruye la tormentosa relación entre Jung (protagonizada por Lain Glen) y Spierlrein (Emilia Fox). Otro antecedente, en 1980, se ubica en un informe de Aldo Carotenuto y Carlo Trombetta sobre la joven rusa. 

Pero, yo recordaba, y no en vano, que en 1962 John Huston hubo estrenado el film: “Freud, pasión secreta”, por tanto, la película actual es un retorno, una insistencia sobre el tema. 
El film de Huston, en tanto film biográfico en sugestivo blanco y negro, abarca sólo cinco años de la vida de Freud (encarnado por Montgomery Clift) entre 1885 y 1890. Muestra a un jóven Freud de casi 30 años (la edad que tenía Jung al conocerlo), emprendedor, curioso y discípulo prometedor de Theodor Meynert (Eric Portman) y su viaje a París para asistir a los cursos de Charcot. Por negativa de la familia entonces, la película muestra al matrimonio Freud sin sus hijos, que sí puede hacerlo Cronenberg en esta oportunidad. 
En aquel momento, el guión le había sido encomendado, hecho que no se terminó de concretar, a Jean Paul Sartre; que su relación con Simone de Beauvoir, algo nos recuerda, por ciertos rasgos, la relación de Nietzsche con Luíza Gustávovna Salomé (Lou Andreas-Salomé), otra jóven rusa-judía convertida en psicoanalista. Se dice, que a causa de la negativa de su terapeuta, posiblemente indicado por su supervisora (Anna Freud), Huston no pudo volver a dirigir a Marilyn Monroe, para quien Sartre había imaginado el papel de Cecily, personaje que evocaba claramente a Bertha Pappenheim (Anna O), la jóven de “Estudios sobre la Histeria” (1895). Marilyn había sido atendida por Greenson, cuya derivación procedía de la misma Anna Freud en 1956, durante su estadía en Inglaterra, filmando con Laurence Olivier. 
Así como Paul Roazen escribió “Hermano Animal. La historia de Freud y Tausk”, había mencionado el libro de la psicoanalista Nicolle Kress-Rosen: “Tres figuras de la pasión” de Nueva Visión (1994), difundido en una nota de Clarín del 14 de junio de 1998. Allí se narra y reflexiona sobre el intento vano de hacer de Jung el heredero de Freud entre 1907 y 1913 y la complicada relación entre éstos y la pasión amorosa desatada con Sabina Spielrein. 

Prof. Lic. Sergio C. Zucca

1 comentario:

  1. Este es el antecedente al film germano-canadiense: “A dangerous method” dirigido por David Cronenberg, el guión proveniente de Christopher Hampton basado en su obra de teatro de 2002: “The Talking Cure”, es a su vez, extraído de la obra de John Kerr: “A most dangerous method: the story of Jung, Freud, and Sabina Spielrein” (1993) y “La historia secreta del psicoanálisis. Jung, Freud y Sabina Spielrein”, Barcelona, Crítica, 1995. Si bien el guión de la película se basa en gran parte de hechos históricos conocidos, muchos otros episodios están ficcionados puesto que tampoco se desprenden del Diario de vida de la propia Sabina.
    La directora sueca Elisabeth Márton, en 2002, realizó el documental: “Ich hieb Sabina Spielrein” (Mi nombre es Sabina Spielrein), divulgado en USA en 2005, basandose en parte en el trabajo de Kerr. En ese mismo año, Roberto Faenza dirigió la película “Prendimi l’anima” en la que reconstruye la tormentosa relación entre Jung (protagonizada por Lain Glen) y Spierlrein (Emilia Fox). Otro antecedente, en 1980, se ubica en un informe de Aldo Carotenuto y Carlo Trombetta sobre la joven rusa.
    Pero, yo recordaba, y no en vano, que en 1962 John Huston hubo estrenado el film: “Freud, pasión secreta”, por tanto, la película actual es un retorno, una insistencia sobre el tema.
    El film de Huston, en tanto film biográfico en sugestivo blanco y negro, abarca sólo cinco años de la vida de Freud (encarnado por Montgomery Clift) entre 1885 y 1890. Muestra a un jóven Freud de casi 30 años (la edad que tenía Jung al conocerlo), emprendedor, curioso y discípulo prometedor de Theodor Meynert (Eric Portman) y su viaje a París para asistir a los cursos de Charcot. Por negativa de la familia entonces, la película muestra al matrimonio Freud sin sus hijos, que sí puede hacerlo Cronenberg en esta oportunidad.
    En aquel momento, el guión le había sido encomendado, hecho que no se terminó de concretar, a Jean Paul Sartre; que su relación con Simone de Beauvoir, algo nos recuerda, por ciertos rasgos, la relación de Nietzsche con Luíza Gustávovna Salomé (Lou Andreas-Salomé), otra jóven rusa-judía convertida en psicoanalista. Se dice, que a causa de la negativa de su terapeuta, posiblemente indicado por su supervisora (Anna Freud), Huston no pudo volver a dirigir a Marilyn Monroe, para quien Sartre había imaginado el papel de Cecily, personaje que evocaba claramente a Bertha Pappenheim (Anna O), la jóven de “Estudios sobre la Histeria” (1895). Marilyn había sido atendida por Greenson, cuya derivación procedía de la misma Anna Freud en 1956, durante su estadía en Inglaterra, filmando con Laurence Olivier.
    Así como Paul Roazen escribió “Hermano Animal. La historia de Freud y Tausk”, había mencionado el libro de la psicoanalista Nicolle Kress-Rosen: “Tres figuras de la pasión” de Nueva Visión (1994), difundido en una nota de Clarín del 14 de junio de 1998. Allí se narra y reflexiona sobre el intento vano de hacer de Jung el heredero de Freud entre 1907 y 1913 y la complicada relación entre éstos y la pasión amorosa desatada con Sabina Spielrein.

    Prof. Lic. Sergio C. Zucca

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