El origen de la palabra “loco” tiene como comienzo probable la voz portuguesa louco, que a su vez, derivada de laucu, lauqua, que parece arribar a un origen árabe con el adjetivo láwqua que significa tonto/a. De allí surge la derivación latina locura que agrega al prefijo loco la terminación ura (acción de... o hecho de ser o estar...) proveniente del indoeuropeo –úrá.
A su vez, láwqua procede de álwaq (tonto, loco), a su vez de lwq que significa “ablandar”. Vale decir que loco hace referencia a tonto, ablandamiento. Un “tonto”, dice el Diccionario de la Real Academia Española, es un mentecato, alguien falto o escaso de entendimiento o razón, necio, incapaz; dice que hacerse el tonto o estar a tontas y a locas, es actuar desbaratadamente sin orden ni concierto y ponerse tonto es mostrar petulancia, vanidad o terquedad.
Se puede advertir que el vocablo árabe “álwaq” (tonto) equivale al “fou” del francés que resultará en fol/folle (loco/a) para dar la expresión folie (locura), que toma la forma